En este proyecto de reforma el resultado fue una cocina abierta al recibidor para una pareja joven. Su día a día es dinámico y no pasan mucho tiempo en casa, por lo que casi siempre comen fuera. Uno de sus objetivos era que su nueva cocina fuese un lugar de reunión, y así disfrutarla en familia y con amigos.
Los requisitos del proyecto se basaron en trabajar con el espacio y conseguir también una buena capacidad de almacenamiento.
Distribución de la cocina: en isla y abierta al recibidor
Cocina y recibidor quedan conectados en el espacio al unir el hall, el salón y la cocina. Así creamos una estancia única, que es además a la que se accede directamente al entrar en la vivienda. Contábamos con espacio para plantearles un diseño único y a medida de sus necesidades: una distribución en dos frentes con una isla central, con la cocina abierta al recibidor.
Las zonas de trabajo (lavado y cocción) se agrupan en un mismo frente. En ellas dispusimos el fregadero y la placa. Se compone de un frente de muebles bajos y altos, con la campana a pared, en el que los muebles con aperturas extraíbles y abatibles solucionan las necesidades de almacenamiento. En el forro de pared usamos azulejos tipo “metro” biselados, en blanco.
Situado en perpendicular, otro frente de muebles columna incluye el horno, el microondas, el frigorífico y el congelador, ambos integrados y con puertas independientes. Como necesitamos una importante cantidad de almacenamiento, utilizamos columnas despensa para completar la composición.
Detalles de diseño y equipamiento
En esta reforma era importante, aparte de la distribución de la cocina, abierta al recibidor y en «ele», el diseño y el equipamiento. La isla central completa la cocina, y aporta un extra de almacenamiento y comodidad. Esta zona se concibe como “de trabajo”, para almacenamiento y elaboración de alimentos. Cuenta con grandes muebles caceroleros y no lleva incorporados ni fregadero ni placa. Además, en la isla disponemos una barra de desayuno con taburetes, con una pequeña encimera de laminado. Así aportamos a la cocina una zona para estar y realizar comidas ligeras.
Para la encimera instalamos un porcelánico de Itop Ker acabado blanco gris natural. Una pieza que imita el acabado del mármol y que refuerza el carácter rústico de la cocina.
El modelo de puerta: Teide, de Senssia
El diseño de la cocina se planteó en laca blanco mate, con un único modelo: el Teide, de Senssia. Se trata de una puerta con marco, sencilla y elegante. Un modelo de formas suaves que nos recuerda a las clásicas cocinas antiguas.
El modelo Teide aporta ese estilo “rústico – moderno», y también el contraste que aportan la campana, fregadero y tiradores. Usamos dos referencias: una en forma de asa, en posición vertical, para los muebles de apertura lateral, y otra en forma de concha, para las aperturas extraíbles y el abatible del lavavajillas.El resultado final: un hogar renovado, con espacios amplios, ideal para disfrutar en compañía. La solución de cocina abierta al recibidor aporta amplitud, gracias a la unión del hall y el comedor. También luminosa, con un estilo rústico actualizado que no pasará de moda.