En este caso nos encontramos una cocina independiente, de unos 20 años de antigüedad. La distribución no era la correcta, ya que el bloque de columnas de hornos y frigorífico seccionaban la bancada en dos. Además constaba de barra y mesa, duplicando esta función un espacio no demasiado amplio.
La cocina consta de una puerta de entrada, una de salida a la galería y una ventana al jardín.
Presentamos al cliente un proyecto en el que abríamos en parte la cocina al salón comerdor y creábamos una ventana apaisada entre muebles altos y bajos que actuaría de pasa platos cuando comieran en la parte posterior del jardín.
Nos llevábamos las columnas de hornos y frigorífico a otro lugar de la habitación y creábamos un banco de trabajo de casi 10m lineales.
El modelo elegico fue el Atlántico de Senssia, en acabado seda mate Arcilla en la línea baja y otros elementos de terminación, en Visón brillo para los muebles altos de la pared izquierda y en Blanco seda mate para los altos de la zona de cocción y lavado. Éstos últimos pasan muy desapercibidos al estar situados en una pared del mismo color y textura.
Tras la aprobación del proyecto procedimos a la retirada de todos los elementos previos y a la reconstrucción y preparación de paredes, instalaciones de luz, agua, extracción, apertura de la nueva ventana, etc.
Una vez preparada el espacio continuamos con el montaje del mobiliario y resto de elementos.