«La cocina es pequeña pero queremos poder comer ahí», nos dijo esta familia. Necesitaban aumentar su capacidad de almacenaje y una isla donde desayunar y cenar todos juntos y preparar la comida los fines de semana.
Te contamos cómo conseguimos una cocina moderna y funcional que se integra en el salón perfectamente.
Sencillez y minimalismo para una cocina moderna
Si quieres una cocina minimalista, esta debe tener solo lo necesario para que luzca mucho más sencilla. Pero eso no significa que tengas que renunciar a la calidad o al mejor diseño posible.
La elección de los materiales es clave para obtener funcionalidad y limpieza, además de una cocina con estilo.
Las líneas rectas y la simetría del conjunto son otras de las reglas de oro de las cocinas actuales. En el revestimiento evitamos las juntas y conseguimos esa uniformidad visual que buscábamos.
La iluminación natural se complementa a la perfección con las luminarias colgantes, naturales y sencillas. Además, bajo el mobiliario incorporamos luces con las que evitar accidentes al cocinar.
Colores claros y mucha capacidad de almacenaje
Los muebles con puertas en blanco alpino (modelo Fussion de Senssia) y encimera cerámica de Laminan, en color tierra, dan un aspecto limpio y acogedor.
Los electrodomésticos ocultos van perfectos para las necesidades de esta familia: una visión más ligera y amplia de la cocina.
Además, su interior está milimétricamente planificado con accesorios y divisiones para sacar el máximo partido a cada mueble.
El lavavajillas integrable resta espacio de almacenamiento, pero aporta calidad de vida.
La uniformidad en los revestimientos favorece la sensación de amplitud. Para ello utilizamos solo un par de tonos, lo que potencia la sencillez del espacio y da un aspecto muy moderno y aséptico.
Por último, para aprovechar al máximo el espacio y no interrumpir la vista, colocamos el horno en la isla. Así queda oculto de miradas indiscretas y no rompe la estética de la estancia.
Cocina abierta para reuniones
Una encimera despejada y libre de objetos es fundamental para ofrecer un aspecto minimalista y actual.
Para conseguirlo, evitamos los tiradores tanto en el mobiliario como en las vitrinas. Y apostamos por puertas ciegas, algo esencial para las cocinas abiertas al salón.
De este modo, la sensación de orden no se ve alterada por todo aquello que se almacena y se consigue una mayor sensación de continuidad en el espacio, para que el ambiente sea más armónico.
Gracias a la isla central, con patas en aluminio, se delimita la estancia. Conseguimos una mayor zona de trabajo y espacio extra de almacenaje. Así que tenemos practicidad y diseño en un lugar perfecto para desayunar y cenar los cuatro. Un reto para el tamaño de la estancia.
Cumplir las exigencias de esta familia y adaptar su cocina a su estilo de vida fue posible gracias a la alta colaboración. Hemos conseguido una cocina amplia, funcional y abierta al salón con toda la capacidad de almacenaje que necesitan.