Este es un proyecto realizado en colaboración con Forma Arquitectura, de Catarroja. La cocina se diseña para un gran piso de los años 50, totalmente reformado, en una de las arterias principales de Valencia. Se trata de un espacio de dimensiones estándar, pero que gana amplitud al estar abierto al salón mediante una doble corredera de hierro y cristal de estilo industrial. Una cocina con muy buena iluminación gracias a un gran ventanal que da al exterior.
Una de las necesidades principales de esta familia era la de espacio para la preparación de alimentos. Dedican tiempo a cocinar y disfrutan mucho de estos momentos juntos. La cocina es ideal para ello, gracias a la imponente península que ofrece una encimera con mucha superficie de trabajo. Esta además se aprovecha como barra de desayunos y cenas de diario.
Distribución de la cocina
Para dar respuesta a otras de los requerimientos del proyecto, todo el mobiliario está pensado para ofrecer mucha capacidad de almacenamiento. Amplios muebles bajos con aperturas extraíbles y muebles columna casi hasta el techo.
Incorporamos también una gama de electrodomésticos para completar un equipamiento ideal para amantes de la cocina. Este incluye: frigorífico “side by side”, horno y horno-microondas. La campana tenía que tener gran potencia de aspiración, puesto que la cocina está abierta al salón. El modelo escogido es de Frecan, integrada en el techo. Una pieza que no ocupa espacio visualmente y que posee altas prestaciones de funcionamiento.
Diseño
Para el mobiliario apostamos por el modelo Atlántico de Senssia en laminado blanco mate, ideal para combinar con los acabados madera de las encimeras y el suelo. Un tándem que gracias a la luminosidad de la estancia nos permite conseguir una cocina agradable y muy cómoda. Para la encimera escogimos una referencia en material HPL (laminado de alta presión) de la firma Baido.
En la zona de fregadero está «regruesada» a 13mm y en la isla, a 40mm, con una gran zona volada. Bajo ésta conseguimos una zona de barra que es amplia suficiente como para esconder taburetes debajo.
Se trata de una zona acogedora determinada entre una pared y el pilar original de la finca, al que le hemos dotado de protagonismo dejándolo en su estado natural.
El resultado de este proyecto es una cocina práctica y muy bonita. La distribución y el equipamiento, tanto en mobiliario como en electrodomésticos, permiten que sea un espacio cómodo y agradable en el que estar. Ideal para momentos familiares.
Esperamos que te haya gustado esta cocina. ¡Hasta el próximo proyecto!